TRES DOCUMENTOS IMPORTANTES - CORTESÍA DE VÍCTOR LÓPEZ ERASO-ESCRITOR

CARTA UNO
ESCRIBE VÍCTOR LÓPEZ ERASO

Una joven asociación envejecida

En nuestra ciudad, pese al nulo apoyo gubernamental y a la inactividad de organismos creados para el estímulo artístico, florecen las letras y sus cultores. Es como si fuera una virtud de cuna que haya escritores payaneses reconocidos en el ámbito nacional e internacional. Los propios conciudadanos no los conocen, mientras que en España, México y Perú son figuras prominentes de la literatura, donde exhiben sus creaciones y su juventud como promesa.

¿Qué podríamos destacar si de verdad tuviéramos una verdadera Asociación Caucana de Escritores? Tal vez gozaríamos de una pléyade de artistas de la palabra en cantidad y calidad superior a Bogotá y Medellín juntas. Pero muchos escritores jóvenes se pierden ante la ausencia de publicaciones literarias, periódicos o revistas de calidad que los destaque y estimule; que los haga visibles entre sus mismos conciudadanos. Nuestra prensa escrita se reconoce hoy por lo amarillista, de contenidos baladíes cuando no ridículos. El estímulo a la lectura se ha reemplazado por la fácil agitación de la insulsa farándula.

En los años de existencia de la Asociación Caucana de Escritores no se conoce que haya participado con autores nuestros en alguna feria nacional del libro, ni siquiera ha promovido una feria local; tampoco sabemos que haya traído figuras nacionales de la poesía y la narrativa para cotejar con nuestros creadores; no ha propiciado espacios culturales en colegios y universidades; no ha creado un premio regional de literatura que estimule a los jóvenes caucanos; mucho menos ha fomentado la crítica literaria tan decisiva en el perfeccionamiento de las letras. La Asociación Caucana de Escritores, tal parece, centraliza su actividad en maquillar a políticos en declive, cuyo tiempo se venció sin nada qué mostrar; una misión que no va con su razón social.

Afortunadamente el empuje creativo de los payaneses es superior a cualquier institución creada como paradigma de la pereza. Por eso vemos a jóvenes dispersos abriéndose caminos por el ancho mundo de la literatura hispana. Ahí están los ejemplos de Andrés Mauricio Muñoz, ganador del concurso nacional de cuento en Bucaramanga, hoy huésped de los escritores peruanos; Juan Esteban Constaín, ganador del concurso hispano a la novela histórica; Rubén Barona, radicado en Estados Unidos y otros más a punto de emigrar.

Aquí, en nuestra tierra, seguiremos la misma rutina de leer poemas ajenos ante un, cada vez más escaso, público que bosteza para no dormir.

ESCRIBE VÍCTOR LÓPEZ ERASO


CARTA DOS

RESPUESTA DE DARÍO NOGUERA-ECRITOR Y PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN CAUCANA DE ESCRITORES

Hola Víctor, acabo de leer tu artículo "una joven asociación envejecida" y, como su presidente actual, tengo el deber de contestarte. Parto de reconocer que tienes razón en algunas de tus observaciones. Pero más allá del hecho de que te asista razón o no en algunas de ellas, debo decirte que me parece lamentable la forma en que lo haces. Es francamente desleal, por decir lo menos. Considero que no es de tu altura lanzar a quemarropa y públicamente cuanta descalificación se te ocurra contra un organismo que lucha con las uñas para sostenerse sin recibir auxilio gubernamental alguno. Te enumero las herramientas que usa la Asociación para difundir el quehacer literario y acercar al público a la poesía y la literatura. En primer lugar el evento JUEVES DE POESÍA que se realiza cada mes. Para tu información el último, nomás, estuvo dedicado a la poesía negra en el Cauca y en él participaron el poeta declamador negro Elvio Cáceres y el cantautor negro también Elbar Mosquera (no se declamó ninguna poesía de afuera, toda del Cauca y los dos artistas eran también caucanos). Fue por lo demás un acto muy emotivo y significativo. ¿que puede ser mejor? ¡claro! ¡Todo lo que se haga puede ser mejor! Y te aseguro que resultará mejor si los escritores y gestores, pertenezcan o no a la Asociación, colaboran en la preparación en lugar de dedicarse a lanzar invectivas descomedidas de cualquier índole. Eso es muy fácil. Creo que es justo también aclararte que ocasionalmente en este evento se declama poesía de autores inmortales y consagrados con el propósito de acercar al público a la poesía, a la literatura y al arte. También se han hecho happenings con la participación directa del público en la elaboración poética. Este evento ha sido, en suma, una iniciativa cultural diversa, polisémica, lúdica e interactiva con el público y esperamos en lo sucesivo tu colaboración para que sea todavía mejor.

En segundo lugar está el periódico. Los dos últimos números, para no ir muy lejos, se han dedicado tanto a poetas y narradores caucanos (de la asociación o no) como a jóvenes autores como Damián Deepsoul Salguero, Willy Delgado, Valentina López o Natalia Vaca. Y aquí también, como en el evento de los jueves, ocasionalmente se dedican algunas páginas para dar a conocer al público la obra o la vida de los inmortales de cualquier latitud (Silva, Saramago, Neruda, etc.) Con lo cual tratamos de cumplir con el doble propósito de promover nuestros valores y de acercar al público a la poesía y la literatura universales.

Te aseguro Víctor que ninguna de estas tareas es fácil. Y se vuelven más difíciles cuando alguien se dedica a despellejar públicamente una empresa cultural que, repito, puede ser mejor. Sobre todo, claro está, si hay colaboración y lealtad.

Finalmente, ya que tanta capacidad y criterio ostentas, te propongo algo muy simple: te cedo el cargo de la presidencia y te prometo que me dedicaré, sin ningún cargo, a colaborarte estrecha y lealmente para que las cosas marchen bajo tu conducción.

Un abrazo.


CARTA TRES
RÉPLICA DE VÍCTOR LÓPEZ ERASO

Darío:
Tus palabras de respuesta a mi artículo Una joven asociación envejecida, publicado en Radio Súper, indican que el objetivo trazado se cumplió.

Estoy seguro de que era necesario este llamado de atención y que la asociación será replanteada hacia el futuro. Al menos así lo espero.

En mi condición de librepensador –la calificación de pensador independiente siempre me ha parecido fea e imprecisa–, he señalado fallas estructurales y políticas a varias instituciones públicas y privadas; a veces he recibido como respuesta términos desobligantes que apuntan al cinismo, como sucedió con el Alcalde de Popayán. En el caso de la Asociación Caucana de Escritores (ACE), una organización que tiene la obligación de administrar (y ejercer) el pensamiento creador y el buen decir, debe estar lejos de esos calificativos, propios de juez inquisidor. Es virtud de un dirigente, de cualquier actividad social o política, saber asimilar los cuestionamientos y no volverse contra el criticón; aquí faltarían argumentos de defensa y sobrarían improperios.

Generalmente nos alineamos con la tendencia de creer que lo que hacemos está bien hecho, por eso, siempre he clamado por una crítica literaria seria y fundamentada que la ACE podría propiciar, con liderazgo y entusiasmo entre sus asociados que tienen autoridad y talento, sin ninguna inversión económica; con voluntad política, como dicen los que ignoran la política.

No he participado de las actividades de la ACE y tampoco he recibido su apoyo en mis actividades afines; en términos prácticos, no pertenezco a la ACE. Esto me da el derecho de ejercer la crítica sin caer en la deslealtad. Si he adoptado una posición egoísta de publicar por mi cuenta –contrario a mis convicciones de que el trabajo es placentero y creador en comunidad–, se debe a la ACE: En el año 2006, envié al presidente de ese entonces un artículo con la intención de que fuera publicado en su periódico; la respuesta excluyente fue, “primero debe afiliarse a la ACE”. Hubiera sido más digno que el rechazo se hubiera fundamentado en la calidad del texto. De todas maneras, sí fue determinante en la publicación de mi primer libro y la apertura posterior a otros medios de comunicación que ni me determinaban.

Darío: a mi edad no me hacen falta reconocimientos y distinciones de terceros, tampoco me sobran. Puedes remitirte a mi carta de respuesta de una, muy amable y comprometedora, que me envió el secretario de la ACE con ocasión de mi primera publicación; en ella destacaba que mi afiliación a la ACE se hiciera sin optar a ningún cargo directivo. Esa posición sigue vigente.

Gracias por permitir expresarme a manera de aclaración.

Con estimación,

Víctor López Erazo.

2 comentarios:

Omar Lasso Echavarría dijo...

Avalo todo lo que expresas, amigo Víctor. Es virtud aquí engrandecer abusivamente lo demasiado pequeño, vivir del "flatus boquis", del viento de boca. No hay polémica, porque no hay de donde agarrarse ni gran cosa que defender. Sólo reinan egos insustanciales. A mí háblenme de PROCESOS, no de
meras figuraciones para el currículum. Tú apuntas, en tu primera carta en la dirección correcta, por ejemplo los concursos amplios y bien remunerados, primero a nivel departamental, con la exclusión de los ya curtidos en estas lides, para salir del círculo de siempre, hasta preparar la materia que pueda competir con los de mayores quilates. Más el acompañamientos de talleres ejecutados por narradores de amplia experiencia narrativa y conocimientos. Un taller no tiene sentido si no hay diferencia notable entre talleristas y tutor. ¡Ojalá se pudiera hacer ésto! Sólo entonces cultivaríamos verdaderas semillas que, sin duda, darían fruto. Un abrazo de colega. Atte. Omar Lasso

Andrés Mauricio Muñoz dijo...

Víctor,

Comparto plenamente tus planteamientos. También entiendo en la respuesta de Darío que la asociación está trabajando para acercar a la comunidad a la poesía y literatura; sin embargo, me parece a mí, el término "asociación" permite suponer un horizonte mucho más amplio, hablar de alcances que van más allá de propiciar tertulias, las cuales, en efecto, son bastante necesarias. Una asociación caucana de escritores, me parece, debería buscar la forma de engranar la producción local con los circuitos de distribución nacional. No tiene sentido que las publicaciones que, con las uñas, logran hacer los autores, a través de editoriales independientes, no tengan la debida difusión por falta de convenios de caracter nacional.

Una asociación de escritores debería promover, también, la creación literaria; es decir, hacer que el terreno cada vez sea más fertil para la producción de obras. En ese sentido tiene mucha pertinencia la creación de un premio regional, o nacional, de caracter permanente. Aplaudo el espacio que tiene el periódico para que nuestros escritores compartan sus creaciones; sin embargo, esto debería asumirse como una semilla y no como un fruto en sí mismo. Estamos hablando de una asociación que lleva años y no de una que nace. Lo importante es que el entusiasmo no ha decaído y, para bien o para mal, o para lo que sea, ahí sigue la asociación con ese pálpito, con esa combustión interna que les dice que es importante mantenerse.

Al margen de todo, el término asociación también es, en cierta forma, excluyente; en una asociación, si se mira con cuidado, se está o no se está. Una fundación, en cambio, por poner un ejemplo, nos da la sensación de algo que germina, un cimiento sobre el cual se puede construir.

Va un abrazo para los dos, Víctor y Darío.

Andrés Mauricio Muñoz

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