CRITICA AL PARTIDO VERDE

CRITICA AL PARTIDO VERDE

Cordial saludo, desde la sede Macondo del Partido Verde, que fue la primera y más importante sede en Popayán y el departamento del Cauca, visitada por Antanas Mockus y Lucho Garzón en su venida a esta capital.
Como muchos saben, fui el gestor de esta sede, con una amplia agenda de eventos locales y departamentales. Agradeciendo su atención le envío, en archivo adjunto, un extracto del documento: Itinerario y frustración de una sede del Partido Verde.
Desde antes de la elección presidencial, en Popayán se presentaron inconvenientes por celos de liderazgo y oportunismo político. La dirección nacional del Partido cometió el error de no respaldar hasta el final, y después de las elecciones, a la sede Macondo que había aglutinado hasta la víspera de la elección presidencial el trabajo político. Primero decidió apoyar a Fabio Arévalo en la intención de abrir una sede más grande; después, ante los conflictos que surgieron allá, optó por entregar la dirección a Compromiso Ciudadano, en cabeza del matemático Carlos Trujillo, dizque porque era matemático y fue compañero de estudios de Mockus, pasando por alto el hecho de que ese grupo político nunca tuvo fuerza electoral en Popayán y el Cauca (el guarismo obtenido por Fajardo para consulta presidencial fue de 1200 votos en todo el departamento). Eso no es todo, además fuimos objeto de desorientación telefónica, como por ejemplo la actitud malévola y burlona de una mujer, sin duda con la complicidad de a algún genio burlón, quien dijo llamar desde la “oficina del Dr. Muñón, de la Dirección Nacional del Partido Verde”. Dicha mujer habló con conocimiento de causa, tanto local como nacional, lo cual indicaba que su origen era próximo a nuestra campaña, ya que no éramos tan importantes como para que Rendón se fijara en nosotros. Atando cabos hoy comprendemos todas las encerronas de las que hemos sido objeto, y que por nuestra buena fe no habíamos reparado en ellas. La sede Macondo gestionó los Testigos Electorales, el Gerente del Día Electoral, el Abogado Electoral y organizó una amplia base de datos. Sin embargo, a partir de la nueva subgerencia nos olvidaron por completo. Por ello, una vez perdidas las elecciones, hemos asumido un rol crítico, que ha ido desde lo propositivo hasta nuestra salida con un adiós al Partido. Los artículos escritos muestran los defectos estructurales del Partido que lo incapacitan para ejercer un papel político relevante en el presente y el futuro de nuestro país. Mis análisis han sido premonitorios, porque se fueron cumpliendo a cabalidad. Los hechos más recientes de la renuncia de Mockus y el ingreso del Partido Verde a la Unidad Nacional, constatan, una vez más, la verdadera orientación del Partido, como EMPRESA ELECTORAL Y BUROCRÁTICA. Los títulos de esos artículos así lo indican (UNA OPORTUNIDAD PERDIDA. EL PARTIDO VERDE REGRESA A SUS MINORÍAS – DIATRIBA CONTRA LA CÚPULA DEL PARTIDO VERDE, EL AÑO DE LA LANGOSTA. - EL PARTIDO VERDE SIN OLA VERDE - EL PARTIDO VERDE, DE POPULOSO RIO SE CONVIRTIÓ EN RIACHUELO - EL MOVIMIENTO VERDE PERDIDO EN LA FARÁNDULA DE LOS FAMOSOS - EL PARTIDO VERDE LEJOS DE LLEGAR A SER UN VERDADERO PARTIDO NACIONAL - DERROTA ELECTORAL, MORAL Y POLÍTICA DEL PARTIDO VERDE - EL PARTIDO VERDE: UN ASUNTO DE ESTRELLAS Y FARSA NACIONAL, ETC.

ES IMPORTANTE QUE LOS SEGUIDORES DEL PARTIDO VERDE SE ENTEREN DEL MEOLLO DEL ASUNTO, PARA QUE NO SE DEJEN MANIPULAR CON LAS FALSAS EXPECTATIVAS DE LOS NUEVOS EMPRESARIOS POLÍTICOS.

LA POSICIÓN DE NUESTRA SEDE MACONDO DEL PARTIDO VERDE, QUE AUNQUE DESAPARECIDA, POR EL TRABAJO REALIZADO Y EL TIEMPO DESTINADO A SU CAUCA TIENE TODA LA LEGITIMIDAD DE OPINAR Y PROPONER, INVITA A TODOS LOS INCONFORMES DEL SISTEMA POLÍTICO COLOMBIANO A ABSTENERSE DE VOTAR, NI SIQUIERA A VOTAR EN BLANCO PORQUE DA IGUAL. Y LA RAZÓN FUNDAMENTAL PARA ELLO ES NO LEGITIMAR UN SISTEMA CORRUPTO, DONDE LOS POLÍTICOS, EN SU MAYORÍA, BUSCAN EL MÁXIMO ENRIQUECIMIENTO PERSONAL Y LA MÍNIMA INVERSIÓN PÚBLICA EN LAS COMUNIDADES. EL PUEBLO SE CONFORMA CON MIGAJAS, PORQUE LO HAN ACOSTUMBRADO A VIVIR DE MIGAJAS. MIENTRAS NO SE RESCATE LA FUNCIÓN PÚBLICA DE LA POLÍTICA, CIENTO POR CIENTO; MIENTRAS NO SE LE CIERREN TODOS LOS CAMINOS DE ENRIQUECIMIENTO ILÍCITO A LOS POLÍTICOS, EN ALIANZA CON CONTRATISTAS Y OTROS PODERES QUE MANIPULAN CANDIDATOS A TRAVÉS DE LA FINANCIACIÓN DE SUS CAMPAÑAS, EL PUEBLO COLOMBIANO DEBE SENTAR UNA FIRME PROTESTA NO PARTICIPANDO EN ELECCIONES POLÍTICAS. EN CAMBIO SÍ PROMOVEMOS LOS MOVIMIENTOS SOCIALES Y LA DEFENSA DE LOS DERECHOS CIUDADANOS, PARA LO CUAL NECESITAMOS CONOCER NUESTROS DERECHOS, USANDO LA CONSTITUCIÓN Y LOS CÓDIGOS PARA PELEAR CONTRA EL ESTADO EN EL PROPIO TERRENO QUE NOS BRINDA, Y AÚN MÁS ALLÁ, EN LAS INSTANCIAS INTERNACIONALES, DONDE MÁS LE DUELE.
ATTE. OMAR LASSO ECHAVARRÍA. GESTOR DE LA PRINCIPAL SEDE DEL PARTIDO VERDE EN POPAYÁN Y EL CAUCA.

(Partes del documento Itinerario y frustración de una sede del Partido Verde)
Por Omar Lasso Echavarría
Filósofo, librero y escritor.
Gestor de la principal sede del Partido Verde en Popayán y el Cauca
I
UNA OPORTUNIDAD PERDIDA. EL PARTIDO VERDE REGRES A SUS MINORÍAS.
A parte de algunas desafortunadas declaraciones de Antanas, de la embarrada de sus asesores publicitarios, VIVIANA BARBERENA, Coordinadora de Regiones, haciendo gala de ingenuidad política, le entregó en el Cauca el "poder simbólico" del Partido Verde a "Compromiso Ciudadano", que a tres semanas de la Primera Vuelta presidencial era un moribundo con pocos dolientes (venían de obtener 1.200 votos en todo el Departamento ). LA SEDE MACONDO DEL PARTIDO VERDE hizo el milagro de resucitarlo a través de sus líderes. LA SEDE MACONDO FUE EL MOTOR DE LA CAMPAÑA DEL PARTIDO VERDE EN POPAYÁN Y EL CAUCA. Nació antes de la consulta de candidatos. Recibió en sus instalaciones alrededor de quince mil seguidores durante la campaña. Registró cerca de seis mil visitantes en planillas. Interactuó con miles de seguidores a través de su correo electrónico (mockus.sede.popayan@gmail.com). Perifoneó en la sede, dando a conocer el programa. Visitó sectores vulnerables divulgando las propuestas para estratos bajos. Visitó municipios. Se reunió con líderes. Atendió a sus visitantes con amabilidad y generosidad, gastando incontables libras de café. Nos sentamos a conversar, libreta en mano, con todos los líderes que llegaron, cuyo registro llena tres cuadernos. En el trajín se perdieron dos celulares, una cámara fotográfica, un blutooth y el megáfono que con tanto esfuerzo habíamos conseguido. De la organización de esta sede pueden dar fe Antanas y Lucho, quienes la visitaron. LA SEDE MACONDO FUE DONADA POR OMAR LASSO, QUIEN LA PINTÓ Y DISEÑÓ , LOS OBJETOS PERDIDOS FUERON SUYOS, EXCEPTO EL MEGÁFONO, LOS SERVICIOS PÚBLICOS Y EL CAFÉ TAMBIÉN SALIERON DU SU BOLSILLO. DE IGUAL MODO COMPRÓ LOS MATERIALES DE LA CASETA PARA EL DÍA DE ELECCIONES Y, ADEMÁS, MADRUGÓ A CONSTRUIRLA EL 20 DE JUNIO. A PESAR DE TODO SE HIZO CON GUSTO, SIN ESPERAR CONTRAPRESTACIÓN ECONÓMICA ALGUNA, SÓLO CON EL PROPÓSITO DE PARTICIPAR EN EL PROCESO POLÍTICO. Debemos agradecerle a Viviana Barberena por haberle hecho el vacío a este vigoroso movimiento independiente. En la actual etapa de LUCHO GARZÓN también fuimos ignorados; pues nadie de Bogotá nos anunció la visita de Lucho. A última hora alguien nos pasó la bola. SIN EMBARGO, LUCHO GARZÓN SE VUELVE A EQUIVOCAR, porque, esta vez, cae en manos de los dignatarios de Opción Centro, quienes lo recibieron en la Asamblea Departamental, terreno no neutral, teniendo en cuenta que ellos aspiran a ser reelegidos. Respecto a lo cual es válido afirmar que Opción Centro no representa, en verdad, el ideario verde. Hay que tener en cuenta que la mayor parte de sus actuales dignatarios llegaron a ese partido por negociación de avales. Por ello, sin duda, no ha existido un comportamiento político unitario ni han dejado huella política. EL GRAN ERROR DE VIVIANA BARBERENA Y LUCHO GARZON HA SUDO DESCONOCER QUE LA CAMPAÑA PASADA DEL PARTIDO VERDE EN COLOMBIA LA HICIMOS SECTORES INDEPENDIENTES, EN MÁS DEL OCHENTA POR CIENTO. ESTA REALIDAD HABÍA QUE TENERLA EN CUENTA PARA REESTRUCTURAR EL PARTIDO VERDE. Al lado de Opción Centro y Compromiso Ciudadano, solamente, el Partido Verde volverá a ser minoría en Colombia. El proceso político había que legitimarlo alrededor de quienes hicimos el trabajo principal. LA SEDE MACONDO GESTIONÓ LOS TESTIGOS ELECTORALES, ESCOGIÓ EL GERENTE DEL DIA D, Y TAMBIÉN PROPUSO EL ABOGADO ELECTORAL. EL TRABAJO REALIZADO FUE SISTEMÁTICO Y ESTÁ CONSIGNADO EN ARCHIVOS PARA MOSTRAR. Sin embargo, en la recta final le dieron el premio a Compromiso Ciudadano. Hoy son ellos y Opción Centro sus únicos representantes en el Departamento del Cauca. ¡ADIOS PARTIDO VERDE!.
II
DIATRIBA CONTRA LA CÚPULA DEL PARTIDO VERDE. EL AÑO DE LA LANGOSTA
Lo que podría haber sido el PARTIDO VERDE DE COLOMBIA no resultó más que un movimiento de opinión centralizado en Bogotá y anclado en la vieja estructura del PARTIDO VERDE OPCIÓN CENTRO que a la postre se convirtió en una empresa cuasi personal de dar avales, adonde arribaron aspirantes sin partido o disidentes de otras toldas políticas.
Sin exageración se podría conjeturar, después del escándalo de la contratación económica de Sergio Fajardo (la cual le costó al Partido más de 27.000 dólares, según revelación del Concejo Electoral, la página web La Silla Vacía y CM&) como fórmula vicepresidencial de Antanas Mockus, que los ex alcaldes de Bogotá y Medellín fueron el gran fichaje del Partido Verde Opción Centro, como en las grandes ligas, para conformar un equipo ganador, “el Barcelona político de Colombia”.
El Partido Verde Opción Centro, antes de la incorporación de los ex alcaldes, era un cuerpo político amorfo, sin doctrina encarnada que identificara su comportamiento en la función pública, aparte del cascaron verde; prueba de lo cual es el nulo papel cumplido por sus representantes en concejos, asambleas, alcaldías y congreso.
Sobre tan arenosa base era difícil reestructurar el Partido, abriéndolo a nuevas fuerzas independientes, de mayoritaria participación en la campaña presidencial de Antanas Mockus. Todos esperábamos ese paso: la descentralización del partido con la inclusión total de las regiones colombianas. Pero no fue así. El partido continúa en manos de la anterior y anquilosada estructura, de comportamiento dictatorial y excluyente, la cual busca fortalecerse reeligiendo a sus representantes adoptivos. Por desgracia, para ellos, los votos con los cuales cuentan desde ya son tan volátiles como los cálculos virtuales de los dirigentes bogotanos en la pasada contienda electoral. Esto se probará en las elecciones que se avecinan.
La infinidad de sedes espontáneas que surgieron en la amplia geografía nacional para apoyar al Parito Verde quedaron en el olvido. A 4, 5, 6 o más meses de la elección presidencial, no hemos recibido ni una llamada, ni un email de agradecimiento o con instrucciones para el inmediato futuro. A pesar del denodado y gratuito esfuerzo, comprometiendo tiempo y recursos económicos personales, nos han relegado al anonimato, dejándonos en la conciencia el sentimiento de no haber sido más que carga ladrillos de la élite bogotana. La abstención o el desvío del 80% de la votación pasada en favor del Partido Verde hacia otros horizontes, será el costo de su miopía política y de la deficiencia de un proyecto nacional incluyente.
Al final nos quedó la certidumbre de que la élite bogotana del Partido Verde no conoce el País, ni le interesa conocerlo. Sólo aspiran a que se los elija sin esperar nada a cambio, ni siquiera el elemental reconocimiento.
III
EL PARTIDO VERDE SIN LA OLA VERDE
El ingreso de los tres ex-alcaldes bogotanos ( Mockus, Peñaloza y Garzón) al Partido Verde Opción Centro, ocasionó en Colombia una especie de terremoto político, despertando la simpatía de millones de ciudadanos de todas las edades, estratos sociales y grupos políticos. Ellos eran garantía de un nuevo consenso político en cruzada contra la corrupción y la ineficiencia administrativa. Venían avalados por un excelente trabajo en sus respectivas alcaldías, donde priorizaron lo pragmático sobre lo ideológico, conciliando, de este modo, diversos intereses sociales, con base en el bien común. Alrededor de 10 años bastaron para cambiar la cara de una ciudad inhóspita como era Bogotá. Por ese camino le arrebataron el poder a las clientelas de los partidos tradicionales, dejándolos fuera de foco. En ese nuevo modelo de hacer política nos confiamos la enorme OLA VERDE que se formó en toda Colombia, para apoyar la campaña presidencial de Antanas Mockus. Se abrieron sedes bien organizadas, por cuenta propia, para darle fuerza al movimiento. Sin embargo, después de la derrota electoral, el PARTIDO VERDE, OPCIÓN CENTRO, no se reformó ni dio participación en su estructura política a las regiones colombianas. De tal forma, que quienes participamos en la organización de la campaña orientando la ola verde hacia el triunfo electoral nos hemos quedado por fuera del Partido, el cual jamás reconoció nuestro trabajo ni nos llamó a participar de las futuras actividades de dicha organización. Esa vieja estructura anacrónica del Partido Verde Opción Centro, que siempre se mantuvo mediante la negociación de avales políticos, se ha quedado con la ganancia política del Movimiento, cuyos extraordinarios resultados muy poco se deben a ellos, en cambio sí a la espontaneidad de gran parte del pueblo colombiano inconforme. Razón Tenía Luis Fernando Velasco, cuando manifestó a Yamit Amat, que él iba a votar por Mockus, no tanto por el candidato, como sí por esa gran masa de seguidores ansiosos de cambios fundamentales en la política colombiana. La frustración de la ola verde es muy grande frente a un partido que ha mostrado mezquindad frente a los intereses nacionales, conformándose y manteniéndose como empresa electoral que defiende los intereses de un grupo reducido de ciudadanos que medran detrás del partido, el cual parece ser patrimonio de unos pocos. Prueba de su mezquindad y estrechez de miras es el hecho de haber abandonado el trabajo que un sinnúmero de colombianos hicimos a través de sedes que fundamos para coordinar la campaña presidencial, en las cuales se hizo un trabajo político a fondo, en todos los sentidos, desde el aspecto doctrinario hasta el registro en planillas y bases de datos. Después de más de ocho meses de la campaña presidencial la cúpula del partido no ha hecho ningún contacto con nosotros, a pesar de haber interactuado con las directivas nacionales en el momento de la campaña. En el caso Popayán, El Partido Verde, a través de su director, Lucho Garzón, no llamó a los directores de sede y a sus activistas. La coordinación política la ha llevado a cabo, equivocadamente, a través de sus representantes de aval en Concejos Municipales y Asamblea Departamental, quienes buscan el apoyo del Partido para su reelección. En conclusión, El dizque nuevo Partido Verde, sigue siendo el mismo viejo Partido Verde Opción Centro, sin ninguna renovación, ni burocrática ni programática. La Ola Verde, por tanto se desvanecerá o seguirá a la deriva, a la espera de mejor suerte. NO OLVIDEN QUE GRACIAS A ESA OLA VERDE, LA POLÍTICA COLOMBIANA HA INICIADO UN NUEVO RUMBO, A TRAVÉS DE LA LECCIÓN APRENDIDA POR SU ACTUAL PRESIDENTE, QUIEN ASIMILÓ MEJOR LA LECCIÓN QUE EL PROPIO PARTIDO VERDE.

IV

DERROTA ELECTORAL, MORAL Y POLITICA DEL PARTIDO VERDE

EL PARTIDO VERDE PERDIÓ SU CUARTO E HORA, y NO ESTOY PENSANDO EN LA DERROTA ELECTORAL, SINO EN LA DERROTA MORAL Y POLÍTICA DE SUS SEGUIDORES Y LÍDERES REGIONALES, POR EL PÉSIMO COMPORTAMIENTO DE SUS LÍDERES NACIONALES. Cuando le preguntaron a Antanas, ¿qué viene para el Partido, él respondió: Todo. Pero ese todo ha sido nada. Se perdió el contacto con las bases, porque no se tomó en serio el trabajo de las sedes abiertas por sus entusiastas seguidores, que depositaron sus esperanzas en el Partido Verde, renovado con la visión y la experiencia de los ex alcaldes. Al no recibir el apoyo constante, moral y político, estas sedes quedaron en el aire, deslegitimadas ante sus bases. Pasada la contienda electoral, nunca llegó un mensaje o una instrucción. Aspirábamos a convertirnos en escuelas de pensamiento verde o en fundaciones o en directorios políticos de afiliación y trabajo social. Parece que esto nunca estuvo en la mente de sus dueños. ¿Cómo hacerse cargo de un proyecto si no hay respaldo? Además, un partido político no puede estar conformado por islas desligadas, tiene que ser algo coherente, desde la cabeza hasta el último eslabón. Los directivos del partido hoy se confían al papel de sus representantes elegidos anteriormente, los del Partido Verde Opción Centro. Sin embargo, ellos, en su mayoría, no representan ni encarnan la doctrina verde, porque llegaron al partido de otras congregaciones en busca del aval, razón por la cual su papel ha sido nulo en la función pública. Además, creo que muy pocos estarían dispuestos a reelegirlos. Es urgente renovar el Partido con la nueva sangre de los independientes, fuerza decisiva en la campaña de Mockus. En contra de tan evidente verdad, Lucho Garzón viajó a las regiones a reunirse con los concejales y diputados del partido, sin convocar a los independientes. Doy fe de la reunión en Popayán, de la cual casi nadie se enteró, con el beneplácito de sus elegidos, que hoy día se consideran los voceros del partido. Pero, ¿quién les va a caminar?

V

EL PARTIDO VERDE: UN ASUNTO DE ESTRELLAS Y FARSA NACIONAL

PRIMERA PARTE: UN PROCESO FALLIDO DESDE LA MÉDULA
El Partido verde nace en la mente de uno o varios “emprendedores” (palabra usada con toda la carga de sentido en el campo empresarial). Se diría que fue una idea “brillante” la de anclarse en algo ya hecho en países europeos u occidentales como gustan llamar nuestros intelectuales, de donde llegaron la conquista, la religión, el idioma, la revolución, y todas las modas intelectuales que han alimentado nuestra condición colonial. Era sensato en términos de cálculo político y con la emergencia a primer plano del tema ecológico, proponer la fundación de un Partido Verde, como estrategia para aglutinar las fracciones que quedaron por fuera de la contienda política, después de la reforma que incrementó el umbral electoral. Fue una solución fácil y oportuna para unir esos variados grupos políticos, situados al margen de la izquierda desgastada y de los partidos políticos sin credibilidad. Sin embargo, ese nuevo cuerpo político llamado Partido Verde, por motivos que merecen un análisis más a fondo, en relación con valores europeos contrapuestos a nuestra idiosincrasia nacional, jamás superó su condición de AGREGADO, convirtiéndose en EMPRESA POLÍTICA ELECTORAL, más que en auténtico partido político, empresa que ha sobrevivido gracias a la ESTRATEGIA DE DAR AVALES, a cuantos los soliciten. El AVAL INDISCRIMINADO ha traído nuevos vicios a la política nacional, como LA NEGOCIACIÓN Y LA PÉRDIDA DE IDENTIDAD IDEOLÓGICA. Esta estrategia le ha posibilitado al Partido Verde la permanencia en el tiempo, conservando su personería jurídica y consiguiendo, de modo indirecto, algunos escaños en cuerpos colegiados, en elecciones no determinadas, precisamente, por el vigor del partido, sino por fuerzas distintas detrás de cada candidato. Es así como alrededor del 80% de los representantes del Partido Verde en corporaciones proceden de diversas vertientes políticas, sociales y religiosas, que le deben al partido sólo la insignia. Lo cual ha hecho del Partido Verde algo amorfo y, a veces, contradictorio; por ej., la elección de un concejal cristiano, cuando los cristianos votaron contra Mockus, o la elección de un diputado liberal con credenciales verdes, que pierde durante la elección presidencial en su pequeño patio. Aceptando como natural, en su estado provisional, esta condición del partido, se esperaba, después de las elecciones presidenciales y a luz de la exitosa votación representada por el fenómeno de la OLA VERDE, una reestructuración y ampliación de los cuadros, cubriendo las regiones del país. Sin embargo, esto nunca ocurrió. Por el contrario, su visión se estrechó. La escasa comunicación, de orden operativo durante la campaña presidencial, se rompió por completo al terminar las elecciones. Las sedes espontáneas creadas en toda la geografía nacional quedaron abandonas, sin una voz de aliento y respaldo para continuar afianzando el partido en las regiones. En cambio, y equivocadamente, redujeron, desde tiempos de la campaña, la coordinación a unos pocos sitios con criterios arbitrarios y señalamientos a dedo, desconociendo la vitalidad del proceso. A la postre, los beneficiados fueron el ya débil Compromiso Ciudadano y los concejales y diputados de Opción Centro, quienes han manipulado el movimiento en favor de sus intereses reeleccionistas. Dicho de otro modo: desde la dirección nacional, en connivencia con concejales y diputados, representantes de la vieja estructura amorfa del partido, sin identidad doctrinaria y sin obra política en la función pública, dejaron por fuera a la OLAR VERDE. Muchas de esas sedes, de más de cinco meses de trabajo, arduo y continuo, de fuerte liderazgo interdisciplinario, con un trabajo organizado y registrado en planillas y bases de datos, que interactuaron, vía email o Facebook, con sus seguidores, que recibieron en sus sedes a miles de visitantes, que participaron en reuniones y visitaron barrios y municipios, divulgando pedagógicamente los principios y el programa del partido, estas sedes ni siquiera recibieron el agradecimiento, mucho menos instrucciones para direccionar el partido, como si nuestra labor fuera prescindible para la cúpula dirigente; ya que con ella o sin ella se sentían ganadores. Sin embargo, aun perdiendo las elecciones ellos ganaron, porque sus arcas debieron quedar llenas, al no retribuir económicamente a las regiones, que trabajaron con plata de su bolsillo. Este comportamiento me recuerda el epígrafe de una revista: “Se necesitaban trabajadores y llegaron personas”.

SEGUNDA PARTE: MERCENARISMO POLÍTICO

El hecho de que el Partido Verde fuera, hasta época reciente, una empresa política de administrar avales, de modo indiscriminado, lo convirtió en una organización mercenaria, por las siguientes razones:

1.- Cuando un candidato, que no pertenece al partido por convicción, recibe el aval, no adquiere, per se, un compromiso a fondo con la respectiva organización política. Esta característica propia del Partido Verde ha sido responsable de la ausencia de obra política en la reciente historia nacional y regional del país. Sus representantes se han limitado al rol burocrático en su función pública, sin diferenciarse, en sus conductas, de los vicios tradicionales.

2.- En el origen del Partido Verde se encuentra la impronta del M 19, movimiento insurgente caracterizado por sus grandes golpes de opinión, hasta el punto de haber perdido la cabeza en el asalto al Palacio de Justicia. Esta forma de hacer política se ha preservado en el Partido Verde con la diferencia, esta vez, de que los golpes de opinión pasaron del plano guerrerista al plano de la farándula política, mediante el uso sagaz de los medios de comunicación y recurriendo a personajes con ciertos valores y aureola política. En esta dirección, su gran hazaña fue haber logrado contratar a los tres ex-alcaldes de Bogotá (Mockus, Peñaloza y Garzón), y, posteriormente, al de Medellín (Fajardo); cuatro candidatos de trayectoria exitosa, ampliamente rankeados en el campo social, cultural y político. Propósito éste que el Partido Verde Opción Centro aprobó en Congreso Nacional de 2008: “Asumir el desafío de pasar de minoría política a convertirnos en una opción de poder real para los Colombianos convocando para este fin a los líderes independientes y del centro político más destacados en el escenario político Nacional, tales como SERGIO FAJARDO, LUCHO GARZON, ANTANAS MOCKUS, ENRIQUE PEÑALOSA, MARTA LUCIA RAMIREZ entre otros”. Fin alcanzado después de varios meses de diálogos, al recibir el beneplácito de los ex alcaldes ANTANAS MOCKUS, LUCHO GARZON y ENRIQUE PEÑALOSA, con quienes conformaron lo que en adelante se denominaría el PARTIDO VERDE, conquista formalizada en el Congreso extraordinario del 2 de octubre 2009. Con estas adquisiciones se parodió en política lo que en fútbol hicieron el Real Madrid y el Barcelona, al fichar jugadores de primera categoría del balón pié mundial. La idea fue, sin duda, magistral, pero no suficiente para conseguir el éxito a cabalidad. Mientras un equipo de fútbol es reducido en número, la agremiación política es ilimitada en sus interacciones. Si estas interrelaciones de vasos comunicantes fracasa se va al traste la organización política, fenómeno por el cual ha transitado el Partido Verde, el cual no pudo hacer el tránsito de empresa electoral a partido político en sentido cabal. Después de las elecciones presidenciales el pseudo partido no respondió a las expectativas de los tres y medio millones de votantes, que esperábamos la reestructuración y ampliación de los cuadros políticos en el concierto nacional y regional. Tanto así, que aún sigue imperando (en sentido literal) la vieja estructura de Opción Centro, estrecha de mente como de acción, carente de obra política, como de escaso protagonismo en las elecciones pasadas, cuyo peso recayó en las nuevas fuerzas independientes que adhirieron. Aquella estructura con sus socios representantes en los cuerpos colegiados ahora pretende canalizar la fuerza de la ola verde hacia sus propios intereses.

TERCERA PARTE: DESCALABRO POLÍTICO

Hacer depender el rumbo del partido de algunas figuras de renombre con menosprecio de las estructuras regionales es un error. Parte del desencanto actual de la Ola Verde se debe al comportamiento de nuestro candidato Mockus que, al parecer, obró por cuenta propia, sin asesores que controlaran su libreto. Por ese camino se expuso a todos los riegos posibles, en un país donde los comunicadores abusan de la opinión pública. De este modo, EL PARTIDO VERDE PADECIÓ LA SUERTE DEL ASCENSO Y CAÍDA DE SU ÍCONO. Este sería el primer descrédito del partido ante la opinión pública.
El segundo descrédito vino por cuenta de Sergio Fajardo, al negociar su ingreso al Partido Verde, por más de 27.000 dólares (según el Concejo Electoral, y la página web Silla Vacía, divulgado, además, por el canal CM&), para ser compañero vicepresidencial de Mockus, actitud reprochable desde todo punto de vista, en un ciudadano y político de estilo, ex-alcalde de Medellín, conferencista internacional, doctor en matemáticas y, por supuesto, estrato ocho. De este modo contradecía el slogan aplicado, al parecer, sólo a la base: “Yo vine porque quise no porque me pagaron”, síntoma de que algo similar ocurría en la cúpula del partido. Algo “normal”, si tenemos en cuenta que ninguna estrella del Real Madrid o del Barcelona juega gratis.
La tercera equivocación la cometió Lucho Garzón, siendo director del partido, al no convocar, ampliamente, a la Ola Verde o al Movimiento Verde para reestructurar y fortalecer los cuadros políticos con una perspectiva nacional, enganchado, también, a todas las sedes que impulsaron la campaña de Mockus. En cambio, se reunió, como todo político tradicional de oficio, con los representantes electos del partido, quienes lo atrajeron a su propio patio, los concejos y las asambleas, con lista de invitados de su entera confianza, para quedarse con la vocería del partido y propiciar su elección o reelección, como sucedió en Popayán. Este errado manejo de Garzón terminó de liquidar los procesos regionales de la Ola Verde.
Finalmente, queda la cuarta carta política representada por Enrique Peñaloza, actual candidato a la alcaldía de Bogotá, muy polemizado por sus guiños con el uribismo, principal opositor del Partido Verde durante la campaña presidencial, grupo político que se ha empecinado en acercarse a dicho candidato para ofrecerle apoyo a cambio de ciertos compromisos (¿Cuáles?). (NOTA: este artículo fue escrito mucho antes de la salida de Antanas Mockus del Partido Verde y del ingreso de éste a la Unidad Nacional del gobierno de Santos).

CONCLUSIÓN

El Partido Verde se enredó en sus inconsistencias de fondo. Creció y se desvaneció como nieve. Pasará a la historia por su brillo ocasional, como tantos otros movimientos que le precedieron, cuyos dirigentes se entregaron al mejor postor. El Partido Verde no supo administrar los tres y medio millones de votos de electores inteligentes, que fueron tratados como simple masa electoral, ignorando que formaban parte de lo mejor de la nación colombiana. Su rótulo continuará existiendo, pero sin la Ola Verde, tan sólo como razón social de una empresa electoral que tendrá que recurrir, una vez más, al aporte mercenario para conservar su personería jurídica en el escenario político. De vez en cuando levantará alguna espuma con temas sensibles al dolor humano, como el maltrato infantil, la violencia contra la mujer o el tema ecológico. Los inconformes seguiremos buscando una mejor propuesta, humana y política, que nos represente y nos dé la oportunidad de participar en igualdad de condiciones.





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